La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) es un problema creciente de proporciones epidémicas en los Estados Unidos. El término abarca una variedad de afecciones que resultan en una acumulación excesiva de grasa en el hígado en donde hay poca o ninguna participación del alcohol. La NAFLD es la afección hepática más crónica en los EE. UU. afectando a una cuarta parte de la población mundial. Si acaba de recibir el diagnóstico, es posible que se pregunte: "Tengo enfermedad del hígado graso, ¿y ahora qué hago?". Las respuestas pueden estar más cerca de lo que cree.
Demasiado de algo bueno
Es cierto que se puede tener demasiado de algo bueno, pero cuando eso puede afectar a la salud general, es malo. Por ejemplo, en un hígado sano siempre hay algo de contenido graso. Después de todo, el hígado desempeña un papel vital en la determinación del almacenamiento y el uso de la grasa. Gran parte de la grasa de nuestro cuerpo proviene de lo que consumimos. Si nuestra dieta aporta constantemente más grasa de la que podemos utilizar, con el tiempo se desencadena una serie de acontecimientos que pueden conducir a graves problemas de salud si no se corrigen.

Una vez que el contenido de grasa del hígado supera los 25%, el sistema inmunitario reconoce un problema e intenta curar el hígado. Normalmente, la inflamación es esencial para la curación. Sin embargo, la acumulación continua de grasa significa que la inflamación continúa. La inflamación crónica a largo plazo del hígado puede provocar una forma más grave de EHGNA llamada esteatohepatitis no alcohólica o EHNA. En algunos casos, la EHNA puede progreso a cicatrización avanzada e insuficiencia hepática.
¿Y ahora qué?
El hígado puede regenerarse y curarse por sí solo hasta cierto punto, pero debes actuar AHORA. Además del plan de tratamiento que te indique tu médico, los cambios en el estilo de vida son los que tienen el mayor impacto positivo en la progresión de la enfermedad hepática. Tiene sentido, ¿verdad? Las malas decisiones te llevaron a esto y las mejores decisiones pueden ayudar a corregir el curso. Estas incluyen:
- Dieta– Seguir una dieta sensata y nutritiva en general, baja en carbohidratos.
- Mantener un peso corporal saludable– Si tiene sobrepeso, trabajar para lograr y mantener un peso saludable es una de las principales medidas que puede tomar para combatir la EHGNA. Por ejemplo, una pérdida de peso corporal total de 7-10% Afecta positivamente contenido de grasa e inflamación del hígado.
- Actividad física– El ejercicio hace que el corazón bombee y aumenta el flujo de oxígeno y otros nutrientes vitales que el hígado y el cuerpo necesitan para funcionar en niveles óptimos. Se recomiendan treinta minutos de actividad moderada de 3 a 5 días a la semana.
Priorizar su salud y acelerar las opciones para la EHNA
La gravedad, el estadio y otras variaciones específicas del organismo influyen en la progresión de la enfermedad del hígado graso. Por otro lado, un estilo de vida más saludable puede ayudar a detener, ralentizar o incluso revertir el daño que causa en la mayoría de los casos.

Actualmente no existen tratamientos aprobados por la FDA para la NASH. Afortunadamente, las nuevas opciones potenciales que se están evaluando en estudios de investigación clínica son prometedoras y dan esperanza a los pacientes. Participar en estudios de investigación clínica le ayuda a aprender más sobre su afección. Si tiene NASH, obtenga más información sobre si los próximos estudios aquí en Endeavor Clinical Trials pueden ser una opción para usted. Llámenos hoy al 210-949-0807 o busque y solicite oportunidades de estudio actuales y futuras sobre NASH en nuestro sitio web. sitio web.
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