Una pandemia es una enfermedad que prevalece en todo un país o en todo el mundo. A principios de marzo, COVID-19 fue clasificada como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero se podría argumentar que hay otra pandemia silenciosa que arrasa la nación, enfermedad del hígado grasoDe hecho, según el NIH, entre el 30 y el 40 por ciento de los adultos en los EE. UU. viven con hígado graso o están en riesgo de tenerlo.[1]
El hígado graso prácticamente no presenta síntomas
A diferencia del coronavirus, el hígado graso prácticamente no presenta síntomas, lo que significa que alguien podría tener hígado graso y ni siquiera saberlo. Esto podría hacer que vivir con una enfermedad del hígado graso sea aún más peligroso. Si bien algunos daños al hígado se pueden revertir, sin las medidas adecuadas, el hígado graso podría acabar provocando cirrosis irreversible o incluso cáncer de hígado.
Como se mencionó, la mayoría de las personas no experimentan síntomas, pero algunos síntomas que uno podría experimentar incluyen:[2]:
- Dolor abdominal
- Pérdida de apetito o pérdida de peso.
- Náuseas
- Debilidad
- Ictericia
- Fatiga o cansancio extremo

El hígado graso se presenta en etapas
La enfermedad del hígado graso no alcohólico, o EHGNA, es un tipo de enfermedad hepática causada por la acumulación de grasa alrededor del hígado debido a una mala alimentación y un estilo de vida sedentario. Es una afección progresiva que se presenta en las siguientes cuatro etapas:[3]:
- Etapa 1: hígado normal: se ha acumulado un exceso de grasa en las células del hígado, pero normalmente no hay síntomas. Esta etapa se considera inofensiva.
- Etapa 2 – Esteatohepatitis no alcohólica (NASH): el exceso de grasa alrededor del hígado ha provocado que éste se inflame, lo que sugiere algún daño hepático.
- Etapa 3 – Fibrosis: La inflamación causada por el exceso de grasa alrededor del hígado se ha vuelto persistente, lo que da como resultado que tejido cicatricial de fibrosis reemplace parte del tejido hepático sano.
- Etapa 4 – Cirrosis: La etapa más grave. Ahora hay bandas de tejido cicatricial y el hígado se ha encogido y se ha vuelto abultado. Con el tiempo, el hígado podría dejar de funcionar.

¿Está su hígado en riesgo?
Ciertos factores de riesgo hacen que una persona sea más susceptible a desarrollar hígado graso. Entre ellos se incluyen la obesidad, el colesterol alto, la diabetes tipo 2 u otro síndrome metabólico.
La enfermedad del hígado graso es una afección progresiva, pero si se toman las medidas adecuadas, puede ser manejable o incluso reversible. La dieta y el ejercicio pueden no ser suficientes para todos, por lo que es esencial conocer las opciones disponibles. Actualmente, no hay ningún tratamiento aprobado por la FDA, pero se están evaluando nuevas opciones potenciales en estudios de investigación.
Gratis fibroscans Están disponibles para adultos que creen que pueden tener hígado graso. Según los resultados, los estudios de investigación pueden ser una opción. Obtenga más información sobre cómo programar su fibroscan gratuito aquí.
[1] https://www.niddk.nih.gov/health-information/liver-disease/nafld-nash/definition-facts
[2] https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/15831-fatty-liver-disease